La Disociación como Síntoma del Abuso Sexual Infantil: Un Mecanismo de Supervivencia Psicológica

 La Disociación como Síntoma del Abuso Sexual Infantil: Un Mecanismo de Supervivencia Psicológica

El abuso sexual infantil (ASI) es una de las experiencias más devastadoras que puede sufrir un niño, dejando secuelas psicológicas profundas que pueden manifestarse a lo largo de la vida. Entre los diversos efectos psicológicos del ASI, la disociación es uno de los mecanismos más relevantes y, a la vez, complejos de comprender. Este artículo explora el fenómeno de la disociación en víctimas de abuso sexual infantil, su función como estrategia de afrontamiento y su relevancia en la evaluación psicológica forense.

¿Qué es la Disociación?

La disociación es un mecanismo de defensa psicológico que permite a una persona desconectarse de una realidad abrumadora. Se trata de una alteración en la integración normal de pensamientos, emociones, percepciones y recuerdos. En el caso de los niños que sufren abuso sexual, la disociación puede actuar como una "salida psicológica" cuando la situación es demasiado aterradora o dolorosa para procesarla conscientemente.

Disociación y Abuso Sexual Infantil

Los niños que han sido víctimas de abuso sexual pueden desarrollar respuestas disociativas como forma de protegerse del trauma. Estas respuestas incluyen:

  • Despersonalización: Sensación de estar desconectado del propio cuerpo o de ser un espectador de lo que ocurre.

  • Desrealización: Percepción de que el entorno no es real o se siente ajeno.

  • Amnesia disociativa: Incapacidad para recordar detalles del evento traumático.

  • Estados disociativos alternantes: En algunos casos, la disociación puede llevar a la fragmentación de la identidad, como ocurre en el Trastorno de Identidad Disociativo (TID).

La disociación es más común cuando el abuso es recurrente, perpetrado por una figura de apego y ocurre a edades tempranas, cuando el niño aún no tiene los recursos psicológicos para procesar el trauma de manera funcional.

La Disociación en la Evaluación Psicológica Forense

En el ámbito de la psicología forense, la disociación es un elemento clave para evaluar la credibilidad del testimonio de una víctima de abuso sexual infantil. Algunas consideraciones incluyen:

  • Relatos fragmentados o incoherentes: La presencia de lagunas en la memoria o relatos inconsistentes no necesariamente indican falsedad, sino que pueden ser un signo de disociación.

  • Estados emocionales dispares: La víctima puede oscilar entre una desconexión emocional total y una reacción emocional extrema al recordar el abuso.

  • Uso de lenguaje impersonal: Algunas víctimas describen el abuso en tercera persona, como si le hubiera sucedido a alguien más, lo que refleja la separación mental del evento traumático.

Los peritos deben emplear herramientas de evaluación como entrevistas semiestructuradas, pruebas proyectivas y cuestionarios de disociación para identificar estos fenómenos. Además, es crucial que los profesionales comprendan que la disociación no invalida el testimonio de la víctima, sino que lo contextualiza dentro de una respuesta adaptativa al trauma.

Tratamiento y Abordaje Clínico

El tratamiento de la disociación en sobrevivientes de ASI debe enfocarse en la integración de la experiencia traumática. Algunas estrategias terapéuticas incluyen:

  • Terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma: Ayuda a la víctima a reconstruir narrativas coherentes y reducir la evitación.

  • Terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR): Ha mostrado eficacia en la reducción de síntomas disociativos.

  • Terapia basada en la mentalización: Fomenta la conexión entre pensamientos, emociones y sensaciones corporales.

La intervención debe ser individualizada, gradual y basada en la creación de un ambiente seguro para la víctima.

Conclusión

La disociación es una respuesta psicológica al abuso sexual infantil que cumple una función protectora, pero que también puede generar dificultades en la vida adulta. En el contexto forense, comprender la disociación es esencial para una evaluación justa y precisa de las víctimas. Además, es fundamental promover intervenciones terapéuticas que ayuden a los sobrevivientes a procesar el trauma y recuperar su bienestar emocional. Reconocer y abordar la disociación no solo es un acto de justicia, sino también un paso esencial en la recuperación de quienes han sufrido abuso sexual en la infancia.


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